
Planteamiento a largo plazo para la escasez de componentes
Impacto de la escasez de chips en el sector energético
Tanto si quería usted comprarse un coche nuevo, construirse una casa o hacerse con una videoconsola para entretenerse durante el confinamiento, desde principios de 2021 todos hemos sentido los efectos de la escasez de chips en la economía mundial. Ni que decir tiene que la crisis también ha afectado al sector de la energía. La disponibilidad limitada, los precios astronómicos y los plazos de entrega poco fiables hicieron que también nosotros nos enfrentáramos a dificultades de una magnitud nunca vista. Hoy, nuestros plazos de entrega han vuelto a su nivel anterior a la crisis. En este artículo hemos resumido cómo lo hemos conseguido y lo que significa para futuros pedidos.
Los amplios efectos de la carencia: causas y consecuencias de la escasez de componentes
Las causas de la crisis de los componentes fueron y siguen siendo diversas. Pueden atribuirse en parte a la pandemia de coronavirus y en parte están influidas por otros eventos mundiales y sociopolíticos, lo que da lugar a una situación compleja.
- Los confinamientos restringieron enormemente la producción en muchos lugares.
- El importante aumento de la demanda de equipos de entretenimiento doméstico y de equipos de oficina en casa provocó una enorme demanda de componentes semiconductores.
- El transporte de pasajeros se paralizó durante los confinamientos internacionales, lo que restringió aún más la capacidad de transporte de mercancías y provocó un aumento de los correspondientes costes.
- El conflicto entre Rusia y Ucrania intensificó aún más las dificultades de la cadena de suministro en ciertos sectores al restringir los suministros de metales, alimentos, productos químicos y otras materias primas.
- La creciente popularidad de los coches eléctricos también está afectando a la disponibilidad de componentes, ya que estos vehículos requieren considerablemente más componentes electrónicos que los que tienen motores de combustión.
Las consecuencias fueron unos plazos de entrega inciertos y poco fiables y un aumento de los precios de más del 400%. Nos vimos obligados a adquirir componentes mediante nuevos canales, lo que, además de rangos de precios astronómicos, también introdujo un riesgo de calidad, por lo que hubo que realizar pruebas adicionales de control de calidad en cada entrega.
Optimización de los plazos de entrega y una metodología sostenible ante la escasez
Desde el principio tuvimos claro que debíamos hacer frente a este reto con una metodología a largo plazo que también ofreciera soluciones rápidas, cumpliera los requisitos de nuestros clientes y garantizara una calidad constante.
Para hacer frente a estas elevadas exigencias, creamos un panel interdisciplinar. El objetivo del panel era monitorear la situación, tomar decisiones sobre ciertos pedidos y licitaciones críticos, permitir optimizaciones adicionales de los plazos de entrega y garantizar una comunicación rápida y fluida con nuestros clientes y sales partners.

"Estaba claro que necesitábamos soluciones rápidas pero fiables, y sólo serían posibles con un alto nivel de inversión".
Johannes Malin, responsable del panel de escasez
Objetivos: Reducir los plazos de entrega y garantizar la calidad
El objetivo del Shortfall Panel era claro: reducir al máximo los plazos de entrega sin comprometer la calidad. Para ello se introdujeron varias medidas:
Aumentar las existencias
La primera medida, y la más obvia, fue abastecernos de todos los componentes y piezas de repuesto. A este respecto, contábamos con una ventaja considerable sobre muchas otras empresas, ya que mantenemos relaciones de colaboración desde hace mucho tiempo con nuestros distribuidores de componentes electrónicos y a menudo trabajamos directamente con los fabricantes. Además, adquirimos una parte importante de nuestros componentes mecánicos y accesorios a fabricantes regionales, lo que limitó en cierta medida el efecto de los cuellos de botella mundiales y los problemas de transporte.
Compramos en otros mercados los componentes de los que no disponían nuestros distribuidores o que tenían plazos de entrega demasiado largos para nosotros, a veces a precios mucho más elevados. Estos componentes se sometieron a intensas pruebas de calidad antes utilizarse en la producción en serie, lo que nos ayudó a seguir en condiciones de suministrar nuestros productos.
Al mismo tiempo, invertimos en 21.000m2 de espacio adicional de almacén para crear más capacidad de almacenamiento.
Evaluación de las necesidades específicas de los pedidos
A pesar de aumentar nuestras existencias, nos seguía perjudicando la escasez, lo que nos obligó a mejorar los plazos de entrega, así como evaluar y priorizar los pedidos. El panel de escasez desarrolló un proceso que nos permitió trabajar con mayor prioridad para los pedidos especiales, como en emergencias tras desastres naturales o para aplicaciones relevantes para el sistema.
Comunicaciones fluidas y transparentes con clientes y sales partners
Las comunicaciones con nuestros clientes y sales partners sobre los plazos de entrega fueron igual de cruciales. Permanecer en estrecho contacto con ellos nos permitió comprender y responder a sus necesidades individuales y gestionar sus expectativas. Esto hizo posible proporcionar estimaciones de entrega realistas y cumplir nuestras promesas.
Seguridad de suministro a largo plazo
Además de reducir rápidamente los plazos de entrega, también queríamos minimizar los posibles problemas de retrasos a largo plazo. Para ello, analizamos y optimizamos los procesos de producción.
Se asignó a un equipo específico la tarea de buscar alternativas para los componentes difíciles de conseguir y de revisar proactivamente nuestros productos, haciendo posible el uso de componentes diferentes y consiguiendo al mismo tiempo el mismo nivel de calidad y funcionalidad. Más componentes comunes encontraron su lugar en nuestros productos. Este paso debería garantizar la disponibilidad incluso en el caso de situaciones de mercado difíciles en el futuro.
Normalizar con éxito los plazos de entrega
Gracias al esfuerzo conjunto de todos los equipos de personal implicados y a las grandes inversiones tanto en tiempo como en dinero, los plazos de entrega se han reducido de forma constante, y más del 95% de nuestros productos se entregan ahora en los plazos anteriores a la crisis, de cuatro semanas o menos.