El crecimiento de la demanda de energía, el aumento de la generación distribuida y una infraestructura de activos envejecida constituyen los principales retos a los que se enfrentan las compañías eléctricas en la actualidad. Los gestores de activos y de mantenimiento necesitan garantizar la confiabilidad de sus activos en un entorno que experimenta una creciente presión para reducir costes. Como los transformadores de potencia están entre los componentes más críticos y de mayor coste de las redes eléctricas, cada vez son más comunes los programas de gestión del ciclo de vida útil.
Las pruebas DGA y de factor de potencia/disipación son las pruebas más comunes para evaluar el estado de un transformador de potencia. Además, pueden usarse muchos otros métodos de pruebas eléctricas para diagnosticar diferentes problemas del transformador de potencia. Cada tipo de prueba ofrece una parte de la información sobre el estado general del transformador.
Así que para tener la imagen más completa posible, hay que encontrar la forma de encajar estas piezas. Por lo general, esto antes solo era posible transfiriendo manualmente los datos de cada uno de los dispositivos de prueba a un archivo común. Las comparaciones y los informes también debían prepararse manualmente.
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